4 de noviembre de 2010

Noche de erizo en Rodanas

Rodanas es un sitio tranquilo y alejado del mundanal ruido. Las noches de cielo despejado invitan a contemplar las estrellas y la luna con una claridad asombrosa, gracias a la falta de contaminación lumínica. El silencio nocturno se quebranta con el suave azote del viento sobre el olivar, casi como si de una marea se tratara. Se oye otro ruido, diferente, buscas en la oscuridad y te das cuenta que lo produce algún animal. Un animal que aprovecha la noche para darse un paseo en busca de alimento. Es el caso de nuestro protagonista de hoy, un erizo común, fotografiado en cualquiera de estas noches rodaneras. Llamó nuestra atención por unos ruiditos que hacía al caminar.
El perro se acercó a olfatearlo, el erizo se replegó y el instinto animal hizo que el can tomara una distancia prudencial y evitó que su hocico tocara los pinchos. El instante de la imagen pertenece al repliegue. Con cara de indefenso, se muestra a la defensiva, con la coraza de púas; al final lo ves como una animal tranquilo, sereno. Tras la foto, nos alejamos y le dejamos seguir su rumbo. Le contemplamos desde una distancia mayor, para no perturbarle y le perdemos de vista entre penumbra y arbustos. Cualquier otra noche, más o menos a la misma hora, en la misma zona, te das cuenta que el erizo repite el mismo recorrido, por el mismo camino. Tiene su propia rutina, su propia vida. Esto es Rodanas, con su fauna de andar por casa.
Nota: Relato de elaboración propia, para acompañar la foto enviada por Martín a rodanasblog@gmail.com Agradecemos a Martín su aportación a blog.

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